domingo, 21 de diciembre de 2008

PALOMINO MARKET





Sobre la árida avenida Venezuela hay un sol que sonríe cada vez que enrumbo hacia estos industrialísimos parajes. Es el logotipo de donofrio, la fábrica de helados y golosinas que se encuentra a pocos pasos de uno de los mercados más hermosos que jamás haya podido visitar. Ese aire de proletariado urbano de los 70's es lo que me enloquece al punto que llego a descargar más de 200 fotos en mi computadora.
Puestos con esmaltes de uñas y colets, miles de aceitunas en frascos de vidrio, telas que llevan años sin ser compradas son elementos de un estado donde el tiempo se ha detenido maravillosamente. Como las típicas tiendas de barrio donde el olor a cigarro que fuma el chino es permanente y las vitrinas de madera enseñan casinos, canicas y hasta patines de 4 ruedas. En este caso la antiguedad de las amas de casa que día a día van en búsqueda del menú y de la salvaguarda económica del hogar es la característica mas amada por mi nostalgia. Aquí en palomino, entre huevitos codorniz y juguerías regentadas por los hermanos pimpinela, los antiguos limeños guardan el secreto del día a día. A deleitarse.

















lunes, 8 de diciembre de 2008

JR GAMARRA



A pesar del strees de mi primo que vigilaba atento cualquier extraño movimiento, pude captar estas divertidas imágenes en mis vericuetos por Gamarra. Aquí no solo se produce toneladas de algodón sino también delirantes maniquíes, verdaderas reinas del baile oriental y chicos coquetos a la cámara o a la fotógrafa? Ustedes dirán.











domingo, 7 de diciembre de 2008

THE LAST ROMANTICS

Después de ver un blog dedicado exclusivamente al amor, (un periodista del ajá le dedica curiosos post a su novia), he decidido preguntar por el amor que ronda. No fue tarea fácil aceptar, gracias a la ayuda de rata, que el amor no existe, así como tampoco existen las leyes en este país o el señor barbudo que aparece en los reclames de coca cola. El amor es una ilusión, es como creer en Dios. Entonces, por qué me empecino en realizar búsquedas inútiles? Bueno, encontré esta entrevista, torpe e incipiente. Después de verla 500 veces comprobé que el amor, del que tanto renegamos
y del cual sentimos roche cuando mencionamos las burbujas lollipops que transtornan nuestro sentido común, pulula por estos días de manera sospechosamente inagotable.
Qué me está pasando?
Qué me hace pensar que puedo llevar acabo proyectos delirantes como la creación de un compilado donde elton john y joy division convivan en armonía?
Será amor? porque... si esto no es amor, entonces qué le digo a mi corazón?, que por 1ra vez se equivocooo.
Tu dime si esto no es amor.

martes, 7 de octubre de 2008

ERAN PARA EL ESTOMAGO


Caminaba presuroso sobre la avenida brasil, tuvo que contener la respiración cuando pasó debajo del puente de la marina y pershing. Ese puente era guarida de locos, putas, orines y cerros multicolores de basura. Era 1992 y el orden municipal solo existía para los sanisidrinos. En magdalena y pueblo libre había que lucharla y la forma de hacerlo, a sus once años, era correr debajo del pestilente puente aguantando la respiración. Vicky Hunstock le había dicho por teléfono que tenía muchas pastillas en la gaveta de su baño y que si quería matarse debía ir por ellas. Mientras se dirigía a la casa-pastillas, pasó por el templo que los domingos solia escupir evangelistas, vendedores de la fe al peso pensó. Apresuró el paso, sentía fuego en sus pantorrillas, le gustaba el autoinfligirse pequeños castigos que los tomaba como retos que debía superar. Ya se encontraba en el ovalo, vió el colegio perpetuo socorro y pensó en su prima que había estudiado ahí. Dónde estaría Jackie?, recordó que la mamá de su prima estaba mas loca que él. Él era una loca? se preguntaba mientras veía las ventanas redondas del colegio, quién demonios podía hacer esas ventanas hermosas? Él siempre quiso vivir en una casa con ventanas redondas y balcones, pero eso ya no iba a poder ser. Llegó a la casa de su amiga Vicky, la conocía desde que ingresó al colegio pero hacía dos años que recién era su amiga. Tocó el timbre y un tío con bigotes, muy colorado él, le abrió la puerta, luego pensaría, mientras subía las escaleras, que ese tío era un pedófilo a cabalidad. Vicky estaba en su cuarto y ya tenía sobre la mesa de noche una bolsa llena de pastillas, "son para dormir" le dijo mientras se las daba. Al salir de la casa él ya no podía más, se moría de la impaciencia por llegar y tomárselas todas. Grande fue su sopresa cuando al abrir la bolsa, ya en la humedad de su habitación antigua, ensombrecida por los árboles de pacae del jardín, solo encontró pastillas para el dolor de estómago. Se las tomó de todos modos, el drama de sus once años hizo que las tomara con lágrimas en los ojos. Al día siguiente despertó, al ver sus manos y su cuerpo entero empezó el llanto, sus padres, preocupados por sus gritos, le preguntaron qué le pasaba, pero él sólo decía: "eran para el estómago, eran para el estómago, eran para el estómago".

martes, 9 de septiembre de 2008

NADA DE POESIA LEONORA CARRINGTON!


Cuando a inicios de siglo XX la mona lisa de leonardo da vinci fue robada por un carpintero del museo de Louvre los franceses no tardaron en culpar a un grupo de arties de tal sacrilegio. Entre las personas que conformaban el banquillo de acusados encontramos a Leonora Carrington, una de las poco mujeres artistas de la época que, junto a Peggy Guggenheim, Marcel Duchamp, Breton y el alemán Max Ernst,hacían realidad lo demencial. Sus pinturas son espejos oblicuos sin límites donde se refleja la vida de gitana que acostumbró de niña: yendo y viniendo entre Francia, Suecia, Holanda, España, México, Nueva York, saliendo y entrando a internados psiquiátricos, escapando de la censura nazi, enamorándose y muriendo, porque Leonora Carrington murió varias veces. El exilio fue para ella el verdadero hogar, la sensación de no hallarse en lugares fijos y de entenderse como una ciudadana de paso exaltó su arte. Su obra, calificada de bizarra, vaporosa y elitista, no tuvo mayor acogida, sin embargo no pasó desapercibida gracias a la publicación tardía de un libro de cuentos que escribió. La descripción de cómo una hiena se comió a una de sus doncellas para arrancarle el rostro y así hacerse pasar por ella en un baile de sociedad hizo que artistas ya consagrados, como Max Ernst, levantasen las cejas o enrroscasen los bigotes en el caso de Dalí. Fueron sus relatos los que llamaron la atención de sus amigos que primero fueron sus críticos y luego sus amantes. En la actualidad la obra de Leonora Carrington no es muy conocida. Acaso fueron sus arrebatos y desmanes los que la llevaron al olvido? o tal vez fue su pasión la que terminó gobernando su vida?

viernes, 29 de agosto de 2008

Esto es un decir


Sus cabellos dan la impresión que nunca han sido acariciados de manera exhaustiva, hoy lo hice mientras sus ojos estaban cerrados por el sueño que se desprendía del olor de sus almohadas antiguas. Mi hombre tiene esa peculiaridad de tener los ojos grandes y diminutos a la vez, sus gafas cuadradas que encierran lunas espesas hacen que el color delicioso de su mirar se entristezca hasta parecer dos ceros olvidados. Su nariz ancha lo dice todo; como el tronco de un árbol viejo por donde mucha savia ha transitado, el circular del aire se hace difícil y este tronco-nariz emite sonidos que me hacen amarlo cada vez más. A pesar de que la estética ordena el desaparecer los molestosos pelillos que tenemos en la nariz, en él puedo ver pequeñas patas de arañas diminutas que se niegan a entrar y prefieren flotar al inicio de sus inmensas fosas, debo confesar que a veces me dan muchas ganas de invitar, con un lenguazo, a las patas de arañas a ingresar a esa cavidad oscura.
Hasta aquí he podido contenerme de manera saludable pero al visualizar sus labios corro el riesgo de ingresar a la desmedida locura, podría describir la sensación de dos ballenas inmensas apareándose en medio de un mar de jugosas explosiones de placer, los labios de mi amado no pertenecen a este mundo, sus labios han pasado, incansables, por innumerables sacrilegios, torturas y penas, han saboreado incontables veces la perfección de sus propios dientes al morderlos, estos labios han acompañado de manera ejemplar las sonrisas más perfectas que mi memoria pueda recordar. Cuando su mirar se enamora de mi ser yo me idiotizo con el leve cambio de colores que puede darse en sus labios: los muerde en rojo de izquierdas revolucionarias, los saborea en oleajes de rosados pálidos y descansados y los humedece en capaz de naranjas amarillentos como frutas que invitan a ser tomadas.
Pequeñas manchas marrones, como estrellas de barro en el desierto, salpican la inmensidad de su piel en el rostro, es como si estas pecas le dieran un aspecto de niño enfermizo que me hace tener el siguiente sueño: yo cuidándolo por el resto de la vida, vida que nos ha juntado para admirarnos.

domingo, 10 de agosto de 2008

DIARIO


Hace 20 minutos he llegado a casa sin embargo siento que aún no llego, mi cuerpo sigue caminando por la avenida brasil, buscando consuelo, sólo uno, tenía la mirada pegada a las veredas y no dejaba de atacarme ese pensamiento sobre las personas que van caminando por la vida y las calles mirando el suelo; el mirar hacia abajo es querer subconscientemente caer y dejarse arrastrar por la vorágine depresiva que por estas épocas corroe el alma. Me pregunto si es eso o es la terrible falta de dinero la que me obliga a ir buscando en las veredas, pistas, asientos de kombi, un poco de sencillo para apadrinar mi vida que por momentos se torna miserable. O tal vez son las ganas de surcar mis mejillas con lágrimas aguantadas por la impotencia de no poder solucionar nada y que nadie me vea?
Tengo los pies helados, como unos cubitos de hielo, me acuerdo de la escena en la película “la vida sin mi” cuando Don llega del trabajo y se mete a la cama con su mujer, se percata de los "cubitos de hielo" de Sarah Polley y procede a sobarle los pies para que se calienten.
Hoy nadie me sobará los pies…tienen callos y son deformes, me pregunto cómo se verán cuando tengan 20 años mas?
Después de una semana sin tomar mis ansiolíticos noté una repentina subidita de peso; pequeños rollitos sobresaliendo de mi pantalón cuete me decían: “nosotros somos lo que comemos”, mis ojos desorbitados mirando mi cuerpo reflejado en el ascensor. Después de una semana sin tomar las pepas las grasas han ganado una pequeña batalla en esta guerra: el terreno incierto de la anorexia, pero es sólo una batalla. Hoy mis amigas llamadas “mesura”, con altas dosis de sibutramina, me han acompañado en la faena de lidiar contra el hambre y, sobre todo, la ansiedad, lo malo es que por tratarse de un seudo primer día la droga hizo temblar de dolor todo mi cuerpo, le clavó espinas en mis brazos que sentían debilidad ante cualquier movimiento, mis energías decayeron precipitadamente por la tarde y para cuando llegó korki a la casa verde mi vida ya había recorrido en traveling por mi cerebro: me sentía un homeless al que le faltaba su tacho de metal para hacer fuego en las noches bajo cero, osea, me faltaba una dosis de grasa, de dulce, de cochinadita…
Mandé a Juan de Dios al Delicass, bastión de blancos en mundo de indios, a que me compre un cachitou de mantequilla, nat king cole estaría orgulloso de mi, deboré el cachito entre miradas enamoradas y desparramadas en los puf de la zona de niños y sorbos impacientes de coca kola. Sentí que mis estados de ánimo se ponían de acuerdo para no aparecer como una demente. Gracias bendita grasa!

viernes, 18 de julio de 2008

Globos ochenteros



He pasado con nostalgia las páginas del álbum de fotos de mi infancia y he descubierto una increíble semejanza entre mis ojos de infante y los del hámster de Matías, esos minúsculos agujeros negros, que asemejan botones pegados a los muñecos más hilarantes que la piratería peruana pueda crear, reflejan el nihilismo puro que a los 5 meses de edad gocé.



Al igual que el hámster, mis ojos no proyectaban nada, ni siquiera el brillo inicial que emana de la vida prematura de un ser, no había nada mas que dos puntos negros pidiendo ansiosamente una miserable gota de leche materna. A pesar que mi madre se empeña en improvisar frases llenas de melcocha, sin sentido alguno para el hámster, el pobre animal yace dentro de un cubículo de plástico esperando una ración más de alimento que le permita sobrevivir, sus ojos no me dicen nada, será acaso que su creación fue determinada por algún solitario científico de laboratorio? Hace eco en mi mente una frase dicha por un amigo a raíz de mi tristeza por la vida enclaustrada del hámster: “ay!...la soledad humana!”

martes, 8 de julio de 2008

Margarita Checa



A la llegada del invierno tanto Katy como las esculturas de Margarita Checa acostumbran a desempolvar de sus guardarropas estos coquetos gorritos de tipo "tejido de abuelita". Estos son abrigadores para aquellas molleritas susceptibles como lo demuestra la foto a continuación.

lunes, 7 de julio de 2008

It came in the night


Cuando descubrí esta canción no pude evitar en considerarla dentro de mis favoritas de todos los tiempos, sobre todo porque Kenneth Anger la escogió para Rabbit's moon, uno de sus tan delirantes cortos. Disfruten mis bellos amados.

viernes, 4 de julio de 2008

The man on the moon



No iba necesariamente a la luna pero su caminar de pechos valientes me hacía pensar que se dirigía a un lugar en extremo desconocido. Una noche de verano, no tan de verano como las noches de navidad, donde el cielo es negro y los árboles de gonzáles prada dejan ver su silueta nada anárquica, me encontraba prisionera en un recinto al que luego llamaría ¨directorio¨. Fue ahí cuando lo ví: lentes especiales para la atmosfera lunar empequeñecían sus ojos, dos ceros ovalados; su andar era pausado a pesar que en su mente la navidad ya había empezado. ¨Está nevando sobrina?¨ - diría mi tío Lucho. La navidad había empezado sí, enmarrocándonos, haciéndonos tocar piano de espaldas. Pero el mes de Enero nos dejaba sólos.
Así estábamos ayer, en una banca endurecida por nuestras palabras. Felizmente el frío se hizo presente y las ganas por buscar en mi closet una casaca acorde al momento surgieron de inmediato. La casaca era hecha para este hombre que al probársela se convirtió en astronauta. Volaremos hacia la luna?

Debate de Locura y Amor


Ha caìdo a mis manos un peculiar libro que trata los aspectos conflictivos de la pasión y el deseo, de la carne y la mente, de tanatos y eros, debates en los que Mercurio y Apolo defienden sus posturas; donde Júpiter, que hace de anfitrión, muestra su interés por escuchar a todas las partes implicadas. Pero todos ellos de acuerdo en condenarnos a vivir en la incertidumbre del deseo mediante la intensidad de la amorosa locura. Louise Labé, causante que desde ayer no pueda mas que recordar el diálogo entre Amor y Locura, ha creado una especie de propuesta que sólo se desarrolla en mi mente; una puesta en escena que incluye sólo dos pesonajes.

Seré digna representante de la locura? o mejor esperaré resignada la sentencia de Júpiter: ¨Por la dificultad e importancia de vuestras discrepancias y diversidad de opiniones, hemos aplazado vuestra causa para dentro de tres veces siete veces nueve siglos. Y mientras tanto os conminamos a vivir amistosamente juntos, sin ofenderos el uno al otro. Y guiará Locura al ciego Amor, y lo conducirá por donde mejor le parezca. Y en cuanto a la restitución de sus ojos, después de haber hablado a las Parcas, se dará la orden pertinente.¨

jueves, 3 de julio de 2008

Margarita Chips


Hoy se estrenó, en el Icpna, el grupo La Manga, vídeo y danza. Mi queridísima Marcela, compañera de trabajo y de chirinqui, no dudó en llamar a asuntos culturales del Icpna y concertar su entrada, libre obviamente, a este delirante espectáculo. A su retorno me trajo unas galletas margaritas y comentarios poco alentadores sobre estos mexicanos que trabajan la inclusión social desde una visión artística, ¨se movían como pájaros¨- señalaba marcela entre agitada por el trajín de manejar rápidamente y la angustia por volver a la Casa Verde antes del cierre. Esperemos que el gusto por lo clásico no haya hecho mella en los comentarios de Marcela respecto a este grupo que, a mi parecer, prometen hacer la noche del viernes. Video-instalación, performers con polio, flamingos que no son ¨pink¨ necesariamente, hacen que mis ganas por verlos se vuelvan ansiosas al punto que devoro todo lo que llega a mis manos, las galletas margaritas son un vivo ejemplo de esto.
Arranco de las manos de Marcela el paquete de galletas que me prometió por teléfono, no olvido la vieja manía de comer los pétalos de harina primero y dejar la corola para el final, como una suerte de premio, saboreo la masa que se produce entre la harina y mi saliva caliente y al terminar el paquete veo el rostro de Marcela, admirada por la rapidez en cometer este asesinato: sólo quedan pequeñísimos rastros de su vida sobre el scáner, pequeños chips de mis amigas, hijas de sayón.