martes, 9 de septiembre de 2008

NADA DE POESIA LEONORA CARRINGTON!


Cuando a inicios de siglo XX la mona lisa de leonardo da vinci fue robada por un carpintero del museo de Louvre los franceses no tardaron en culpar a un grupo de arties de tal sacrilegio. Entre las personas que conformaban el banquillo de acusados encontramos a Leonora Carrington, una de las poco mujeres artistas de la época que, junto a Peggy Guggenheim, Marcel Duchamp, Breton y el alemán Max Ernst,hacían realidad lo demencial. Sus pinturas son espejos oblicuos sin límites donde se refleja la vida de gitana que acostumbró de niña: yendo y viniendo entre Francia, Suecia, Holanda, España, México, Nueva York, saliendo y entrando a internados psiquiátricos, escapando de la censura nazi, enamorándose y muriendo, porque Leonora Carrington murió varias veces. El exilio fue para ella el verdadero hogar, la sensación de no hallarse en lugares fijos y de entenderse como una ciudadana de paso exaltó su arte. Su obra, calificada de bizarra, vaporosa y elitista, no tuvo mayor acogida, sin embargo no pasó desapercibida gracias a la publicación tardía de un libro de cuentos que escribió. La descripción de cómo una hiena se comió a una de sus doncellas para arrancarle el rostro y así hacerse pasar por ella en un baile de sociedad hizo que artistas ya consagrados, como Max Ernst, levantasen las cejas o enrroscasen los bigotes en el caso de Dalí. Fueron sus relatos los que llamaron la atención de sus amigos que primero fueron sus críticos y luego sus amantes. En la actualidad la obra de Leonora Carrington no es muy conocida. Acaso fueron sus arrebatos y desmanes los que la llevaron al olvido? o tal vez fue su pasión la que terminó gobernando su vida?